FERNANDO ARAMBURU
EDITORIAL TUSQUETS
2024
272 páginas
He leído varias novelas de este autor, la aclamada Patria la última de ellas hace ya unos años, y “Años lentos”, ambas recomendables. Tenía pendiente retomar con él y ha sido una grata experiencia. Me quedan en la estantería aún “Los vencejos” e “Hijos de la fabula”.
Me he encontrado una novela corta pero intensa ambientada en un pequeño pueblo vizcaíno en el año 1980 donde como consecuencia de una explosión de gas propano fallecieron 53 personas 50 de ellas niños y niñas de a penas 5 o 6 años. Un suceso que conmovió obviamente a todo un país pero sobretodo hizo girar la vida de más de 50 familias quienes sufrieron los efectos de tal desgracia durante años… o durante el resto de sus vidas diría yo.
Una de estas familias es la protagonista de este relato intimista, emotivo, conmovedor y realista a través de las vivencias de un padre, una madre y un abuelo que pierden a su ser más querido con quienes empatizas con suma facilidad a lo largo de la narración.
La trama discurre en torno a la gestión de la ausencia de “Nuco” el niño que esconde el título. Ese “niño” que intenta representar al resto de víctimas. Nos narra un vacío desgarrador, repentino, gestionado por los diferentes protagonistas de manera muy diferente, desde la negación, pasando por la simulación , hasta el intento de superación y esa opción de intentar vivir entre tanto dolor.
Entre tanto drama subyace un mensaje de reconstrucción emocional, de esperanza, de resiliencia, de alguna manera subraya el valor de la memoria, y de la posibilidad de continuar con fuerza en este proceso personal de cada uno que no es otro que caminar por la vida superando obstáculos hasta que nos llega la hora de la muerte.
Original es el rol del propio texto, de la propia palabra, quien nos ayuda a contextualizar, a comprender el dolor de los personajes, a empatizar, y es quien intenta guiar a su vez al autor en la escritura. El texto como un protagonista más.
Una novela corta pero intensa, una historia de emociones, un ejercicio psicológico y literario que exige al lector estar atento y emocionarse de manera inevitable
Nota:8,5
¡Hola Iñaki!
ResponderEliminarleí Patria del autor y me encantó. En la biblioteca se prestan mucho sus novelas y la verdad que se habla maravillas de todas ellas. Te cuento que yo empecé El niño, tenía mucha curiosidad ya que recordaba el acontecimiento real en el que se basa el texto, empecé fuerte me gustaba mucho, pero no me digas porque hubo un momento en el que me empezó a aburrir (creo que el componente paranormal del abuelo y el niño) y la termine abandonando. A veces me pasa, por desgracia soy así, abandonadora de libros sí no me enganchan, según la ocasión en que me pille, pero estoy segura de que si la retomo en cualquier momento podría disfrutarla porque el autor, como nos dices sabe transmitir
Me alegra que la hayas disfrutado
Besos
Por cierto, creo que una de mis últimas reseñas, “Tan poca vida” podría encajar entre tus lecturas. Ya me contarás
EliminarHola Marian. Si es cierto que la novela tiene esa particularidad, a mí el abuelo me pareció singular, una comportamiento ante la ausencia entendible, y que puede ser más común de lo que pensamos. Espero que encuentres su momento para retomarla porque es una novela con un puñado de reflexiones sobre las pérdidas, el duelo muy significativas para mí. Estaré atento a tu blog. Un beso. Y gracias por pasarte por aquí
ResponderEliminarSí, claro, el personaje del abuelo que sigue viendo a su nieto y hablando con él después de muerto es algo muy creíble, una coraza como dices más común de lo que pensamos, una forma de ir poco a poco superando el dolor por la pérdida.
EliminarHe regresado por aquí para felicitarte las fiestas
¡Feliz Navidad!!
Más besos!!
Muchas gracias por pasarte. Felices fiestas y felices lecturas. Un besazo
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